Becario del CONICET San Luis distinguido en Mendoza

Juan Agustín Garay es licenciado en Bioquímica y -actualmente- se encuentra realizando su doctorado en el laboratorio de Inmunopatología y Citometría de Flujo como becario del Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas (IMIBIO-SL). Bajo la especialidad de “Inmunología de las infecciones” estudia “los mecanismos inmunopatogénicos de Yersinia enterocolitica: acción coordinada de YopP y N-glicanos”. Recientemente, participó y fue premiado en la cuarta edición del Simposio Internacional en Medicina Traslacional de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo, un espacio de intercambio académico-científico.

Allí presentó parte de su investigación doctoral, dirigida por el Dr. Roberto Davicino y el Dr. Juan Silva, centrada en la inmunología de las infecciones y el rol de los glicanos en macrófagos. Su trabajo no solo fue seleccionado entre los tres mejores en la categoría de “estudiantes de posgrado”, sino que además obtuvo el primer puesto, reconocimiento que destacó por su valor académico y la oportunidad de defender su investigación frente a tribunales locales e internacionales.

“El cuarto Simposio de Medicina Traslacional es, como el nombre lo dice, un espacio de encuentro donde hay intercambio académico entre científicos de la zona de Cuyo y científicos de Alemania. Se da cada cierta cantidad de tiempo y consiste en un concurso con tres categorías: una para estudiantes de grado, otra para estudiantes de posgrado —donde yo me presenté— y una para jóvenes investigadores”, sostiene Garay y añade: “Es un proceso de evaluación riguroso en el que siempre quedan seleccionados tres trabajos. Luego, en el simposio, tenemos que presentarnos de manera oral, en inglés, tanto frente a un tribunal de la Facultad como frente a un tribunal de Alemania. Cada categoría tiene un primer premio que consiste en un monto económico en euros. Por ejemplo, en mi categoría, la de estudiantes de posgrado, el premio era de 500 euros, además del certificado de primer puesto”.

Garay se presentó en la categoría de estudiantes de posgrado y quedó seleccionado junto a otros dos trabajos de tesistas doctorales de la Facultad de Mendoza. “Afortunadamente quedé en primer lugar y, por lo tanto, gané el premio económico de 500 euros”, agregó.

Inmunología de las infecciones y el rol de los glicanos en macrófagos

Al consultarte sobre el evento, argumenta que el simposio es bastante abierto porque permite diversidad temática. “Si bien el nombre habla de medicina traslacional, se pueden presentar trabajos de investigación básica, aplicada o clínica. Debido a la naturaleza de mi tesis doctoral, mi investigación es más de investigación básica. En cambio, los otros dos concursantes presentaron investigaciones más traslacionales o más de aplicación clínica. En definitiva, mi tema de tesis doctoral es inmunología de las infecciones desde un aspecto más básico, donde estudiamos la influencia de los glicanos en la superficie de los macrófagos en la respuesta inmune frente a Yersinia enterocolitica. Fue con esa temática con la que me presenté en el simposio”.

Es claro que lo más importante de esta premiación no está relacionada al monto económico, sino la experiencia y el prestigio que brinda participar en la misma y las oportunidades que se abren a partir ser destacado. Garay lo pone de relevancia y afirma: “Para mí, la importancia de este premio es, más allá del monto económico o de haber quedado o no en primer lugar, que —como decía una de mis jefas— el simple hecho de haber sido seleccionados, estar ahí presencialmente y tener la oportunidad de defender mi trabajo. Con eso, ya ganábamos. Pero haber quedado en el primer puesto me sirvió para valorar mi tema, que si bien es básico, es interesante dentro de lo que trabajamos en el laboratorio. Y también me sorprendió la buena recepción que tuvo, por ejemplo, por parte de los investigadores de Alemania”.

El científico del IMIBIO-SL se encuentra en el inicio de su carrera científica, empezando su tesis doctoral por lo que esta distinción le resulta muy positiva: “Creo que este premio —o más bien este evento— me sirvió para crear contactos, tanto con investigadores de Mendoza, donde hacen cosas muy interesantes en el CCT, como con los investigadores de la universidad de Alemania. Me gustaría aprovechar este espacio para agradecer a mi equipo de trabajo: a mi director Roberto Davino, a mi co-director Juan Silva y a la jefa de nuestro laboratorio, Silvia Genaro. Si bien yo fui quien estuvo presencialmente defendiendo el trabajo y quien se llevó el premio, en realidad este reconocimiento es para todos nosotros. Obviamente, este trabajo —y la ciencia en general— no se hace de manera individual, sino que siempre es un trabajo grupal, en colaboración. Es esencial tener un buen equipo, donde todos aportemos desde nuestras experiencias y conocimientos para generar un trabajo de la mayor calidad posible. Así que mis agradecimientos son especialmente para ellos”.