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Ciencia en San Luis: episodio 11

Décimo primer episodio del ciclo de entrevistas para que nuestra sociedad conozca los beneficios que traen consigo los desarrollos en ciencia y tecnología.


La Dra. María Evangelina Guiñez, es licenciada y doctora en Química. Realizó sus estudios de grado y posgrado en la UNSL. Actualmente, integra el equipo de investigación del Laboratorio de Espectrometría de Masa para compuestos orgánicos (LEMs-O), dirigido por la Dra. Soledad Cerutti.

La investigadora del INQUISAL y sus compañeros de trabajo tienen por objetivo el desarrollo de metodologías analíticas para el análisis confiable de diversos compuesto orgánicos de interés en muestras alimentarias, biológicas, ambientales y que estas metodologías sirvan como herramientas para ser aplicadas al análisis de rutina en los laboratorios de control de calidad e inocuidad y adicionalmente contribuir con conocimiento al respecto de la presencia, concentración y distribución de estos compuestos para su regulación.

 

Uno de sus temas de investigación está enfocado en el control de la inocuidad alimentaria para ciertos compuestos de relevancia ambiental, especialmente en bebidas de origen vegetal, evaluando la presencia de aminas aromáticas heterocíclicas (HAAs) y los riesgos asociados a su consumo.

“El objetivo principal es desarrollar métodos analíticos para detectar compuestos tóxicos en alimentos y el ambiente, garantizando la seguridad y salud pública”, destacó la Dra. Guiñez. El equipo también trabaja en métodos sostenibles que minimicen el impacto ambiental, aplicando el uso de tecnologías avanzadas como UHPLC-MS/MS (Cromatografía Líquida de Ultra Elevada Resolución acoplada a Espectrometría de Masa en Tándem) para asegurar análisis sensibles y confiables.

“Si bien nuestras capacidades son muy amplias en cuanto a tipo de sustancia a determinar y/o muestra en la que se encuentren; en esta oportunidad les comento que estamos avanzando en dos sublíneas de investigación que confluyen y están relacionadas con el control de calidad e inocuidad alimentaria y su influencia ambiental”, sostuvo la investigadora del INQUISAL. “En este sentido, hemos desarrollado métodos de análisis para la determinación de contaminantes que se encuentran distribuidos en el ambiente y que —a través de diferentes procesos— puede ser transferidos a los alimentos o materia primas durante su cultivo o formarse durante su almacenamiento, producción y que, a pesar de encontrarse en muy bajas cantidades, poseen elevada toxicidad, pudiendo de esta manera afectar las propiedades y la salud de quienes lo consumen”, agregó.

Los métodos que se desarrollan están diseñados para al análisis multianalito (grupos de compuestos) y que, además, son rápidos, selectivos y sensibles. La investigadora del LEMs-O aclaró: “que además su desarrollo y aplicación no genere un daño al ambiente o la salud, como —por ejemplo— emplear el uso de sistemas miniaturizados, mínimo uso solventes o su remplazo por solventes atóxicos, como también la síntesis de materiales especiales que están evaluados para ser reutilizados”.

De este modo, por ejemplo, se puede mencionar la determinación de HAAs (Aminas Aromáticas Heterocíclicas) y otros contaminantes orgánicos emergentes, en particular los filtros o estabilizadores de radiación ultravioleta.

“En este sentido hemos desarrollado novedosas metodologías de las características mencionadas que nos permiten la determinación de estos contaminantes en muestras de bebidas vegetales (leches) a base de almendras, maní, soja, etc. Como también en muestras de agua de consumo humano y riego de cultivos. Que juntamente con trabajos anteriores realizados por el grupo, en matrices como humo y cenizas de cigarrillos, material particulado atmosférico y quema de biomasa, han permitido establecer la presencia y concentración de estos compuestos, de los cuales no existían antecedentes previos”, enfatizó.

Con respecto al grupo contaminantes orgánicos emergentes denominados filtros UV, agregó: “los mismos son ampliamente utilizados a nivel industrial, como por ejemplo en materiales de revestimiento de exteriores, plásticos y textiles o productos de cuidado personal, como son los protectores solares, empleados para evitar, por ejemplo, el cáncer de piel. Si bien el uso de estos compuestos se realiza desde hace años, su presencia puede suponer un riesgo para el ambiente y la salud y requiere de investigaciones para establecerlo”.

“Dado que las principales vías de ingreso y distribución de estos compuestos provienen de desechos líquidos y sólidos domésticos, hospitalarios e industrias, sumado a que las plantas potabilizadoras no estarían preparadas para su eliminación y la elevada estabilidad que presentan estos filtros UV, se distribuyen ampliamente en aguas y suelos que luego podrían ser utilizados para el riego de cultivos”, remarcó Guiñez.

Así, el grupo de trabajo se enfoca en el desarrollo de métodos que permitan evaluar la calidad e inocuidad de diferentes cultivos y sus productos derivados, “lo cual es de vital importancia aportar este tipo de herramienta teniendo en cuenta que nuestro país se encuentra entre los primeros lugares a nivel mundial como productor y exportador agrícola”, subrayó.

Otros proyectos relacionados con estas temáticas son la determinación de micotoxinas en cereales, pseudocereales y bebidas de consumo masivo como el té y café. Además, de otros contaminantes orgánicos emergentes que han sido determinados en agua de ríos, lagos y consumo humano en San Luis; entre otras investigaciones realizadas en el grupo de trabajo.

Finalmente, añadió: “Es importante mencionar que debido a las bajas cantidades que se encuentran estos contaminantes y la complejidad que poseen intrínsecamente cada muestra a analizar, estas determinaciones no serían posible sin el instrumental adecuado para su análisis. En este sentido en el INQUISAL se dispone de un UHPLC-MS/MS (Cromatógrafo Líquido de Ultra Elevada Resolución acoplado a Espectrometría de Masa en Tándem), que es un instrumento sofisticado y que se emplea para trabajos de investigación del grupo y colaboraciones con otros institutos de CONICET, entidades provinciales y universidades internacionales, como la Universidad de Valencia (España) donde realicé una estadía de investigación. Asimismo, contamos con proyectos de financiamiento tales como PICTs, PIP, PROICO y —continuamente— realizamos actividades de transferencia y divulgación. Finalmente, quisiera destacar que —desde el grupo de trabajo— también realizamos desarrollos analíticos y determinaciones como servicio, los cual nos ha permitido establecer múltiples relaciones con diferentes empresas y entidades de la provincia y del país”.

Laboratorio de Espectrometría de Masa para Compuestos Orgánicos (LEMs-O)

Este laboratorio dirige su actividad a la optimización y aplicación de metodologías de análisis basadas en el empleo de espectrometría de masa para analitos orgánicos (UHPLC-MS/MS), acoplados a diversas estrategias de separación cromatográfica y tratamiento de muestra no cromatográfico. Los desarrollos alcanzados se enfocan a líneas de investigación con temáticas de interés diverso: industrial, clínico, farmacéutico, ambiental, alimentario, entre otras; también a servicios y asesoramiento a terceros. El LEMs-O cuenta con docentes-investigadores ampliamente formados en el marco de la Química Analítica, particularmente en el campo de la espectrometría de masa y técnicas separativas. Finalmente, este laboratorio verá potenciadas sus capacidades con la inminente instalación, a principios de septiembre de 2024, de un espectrómetro de masa de alta resolución con analizador de tipo ORBITRAP, que permitirá complementar las capacidades determinativas vigentes y establecer en forma segura la identificación de los compuestos presentes en una muestra compleja; ámbito de investigación, desarrollo, asesoramiento y servicios de gran vacancia y necesidad en el país.

Por Lic. Guido Tonelli. Área de Comunicación CCT CONICET San Luis.