El Directorio de CONICET repudia enérgicamente el atentado sufrido por el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, y sus colaboradores. La violencia de cualquier tipo: física, verbal, política, religiosa, ideológica o simbólica no es el camino para resolver los conflictos o las diferencias. Desde el regreso a la democracia, nuestra sociedad ha rechazado estos métodos porque conocemos las terribles consecuencias que acarrean. Todos sabemos cómo empieza, pero nunca cómo termina.
Trabajamos con la firme convicción de que es fundamental promover el diálogo en paz, sin agredir a individuos o a colectivos. Esta es una condición básica para construir un país viable, en el que todas las personas y las instituciones puedan desarrollar al máximo su potencial.
Pedimos a las autoridades correspondientes que tomen medidas inmediatas para investigar este atentado, sancionar a los responsables y promover la paz y la convivencia en nuestra comunidad.