Ciencia en San Luis: Episodio 4

En esta ocasión, nos visitaron el Dr. Raúl Andrés Gil y el codirector Dr. Pablo Hugo Pacheco, responsables del Laboratorio de Espectrometría Atómicas. Ello y su equipo investigan cuáles elementos químicos son tóxico para un ecosistema, la recuperación de metales pesado en procesos industriales y el rol fundamental del Selenio en los trasplantes de órganos.

El proyecto está a cargo del director, Dr. Raúl Andrés Gil y el codirector Dr. Pablo Hugo Pacheco. Ambos son responsables del Laboratorio de Espectrometría Atómicas que se encuentra dentro del Laboratorio de Espectrometría de Masa perteneciente al Instituto de Química de San Luis, «Dr. Roberto Antonio Olsina» (INQUISAL). Dentro del equipo de trabajo participan el Dr. Cristian Bazán, Dr. Paul Hasouka, Dr. Marcos Kaplan, Dr. Leonardo Mariño, Dr. Franco Moyano y Dr. Karim Vallejo Azar.

Trabajan en la determinación elemental en particular, y dentro de las capacidades de análisis nuestras muestras son ambientales, alimentaria y clínica. Es decir, buscan determinar si existe la presencia de un elemento químico tóxico para un ecosistema.  Por ello, aplican técnicas específicas como la espectroscopia atómica, que permite establecer —por ejemplo— cómo impactan los efluentes industriales o cómo actúa un sistema biológico frente a altas concentraciones de arsénico, mercurio o cadmio. Al respecto, el Dr. Raúl Andrés Gil destacó: «es una investigación básica donde exploramos la problemática de los metales pesados en diferentes aspectos de la de la vida. Uno de ellos, el ambiente; otro, es la salud, la tecnología de alimentos, ciencia de los materiales. Disponemos de tecnología y recursos humanos calificados y adecuados para verificar e intentar entender el rol de los metales pesados en estos diferentes aspectos».

Por su parte, el Dr. Pablo Hugo Pacheco remarcó: «Nosotros básicamente nos dedicamos al análisis elemental. Por ejemplo, analizamos el Arsénico, mercurio, plomo o cromo que son los elementos más tóxicos. Analizamos prácticamente toda la tabla periódica con el instrumental que tenemos en muestras de cualquier tipo, ya sea de interés este biológico como pueden ser muestras de tipo clínico, tipo ambientales, agua suelo. Cualquier tipo de muestra y —no solamente— en lo que sería muestras de interés toxicológico o nutricional, sino que también analizamos muestras más compleja que sintetizan otros materiales novedosos; que sintetizan otros laboratorios. También colaboramos con otros laboratorios, otros institutos».

Se trata de un laboratorio con más de 30 años de experiencia, reconocido internacionalmente y con personal altamente calificado. En la actualidad trabajan en diversos campos de investigación relacionados con los trasplantes de órganos, la minería y la reparación ambiental, y la recuperación de metales pesados, entre otras líneas de trabajo. «Tenemos un grupo que viene trabajando ya hace más de 30 años en esta temática y con docentes que ya están, pero que nos han acompañado con investigadores que qué han pasado. Se ha logrado formar recursos humanos altamente calificados en esta temática y que es de importancia sobre todo para la interacción de la ciencia y la tecnología con la actividad socioeconómica en la región; siendo un referente no solo en la región sino también en Argentina. Hoy podemos decir que hemos formado investigadores con muy buenas bases sólidas también en otros centros como la Universidad de Cuyo, Universidad de La Pampa, Universidad del Litoral, Universidad del Noreste, Universidad de Catamarca y otras que seguramente se están formando en este momento. Todas en las temáticas de espectrometría atómicas. No solo que somos hemos sido una referencia para formar recursos humanos y para aportar soluciones, sino que —ahora— lo tenemos de alguna manera validada por pares de la región y de Latinoamérica. Creo que es un logro importante que refleja el trabajo serio y elevado científicamente que se hace en nuestro laboratorio, en el CONICET San Luis y la UNSL», destacó Raúl Gil.